El Arte Objetual ha sido por muchos años motivo de controversia, ya que pone en jaque las nociones de creación y originalidad, tradicionalmente relacionadas a las obras de arte, los objetos de nuestra realidad cotidiana han seducido a los artistas de múltiples maneras ocasionando una alianza con la apropiación, la forma y el concepto.
Desde su pensamiento rebelde, subversivo y hasta en un punto antiartístico, la obra más reciente de Ernesto Dávila nos demuestra que el artista se transforma en ocasiones en una máquina de producción masiva, que puede literalmente escupir tantas obras como su mente y cuerpo le permita.
La modificación compulsiva de un mismo objeto en diferentes versiones, denuncia de manera estética la devaluación del arte, llevando al colmo la sustitución de lo único por lo serial, ya que de manera irónica nos presenta la evidencia de que hoy cualquier cosa puede ser convertida en obra de arte, si es conceptualizada y traslada de su entorno habitual a espacios de confrontación artística.
Su obra representativa del caos y simbólica en la crudeza de lo real, amputa a los objetos de su propio carácter de objetos, logrando tanto en lo instalativo como en lo gráfico imágenes provistas de una belleza disonante que desde una superficialidad estética, secreta y misteriosa llevan al espectador a distinguir los matices y oscuras lucubraciones de su intuición interior, ya que para Ernesto la indiferencia reina a la hora de adjudicar un significado, pues se funda en el atractivo que sobre él ejercen los objetos.
Esta pequeña individual nos invita a conocer como él interpreta y reinterpreta osadamente las formas de lo cotidiano, como parte de una treta conceptual.
Carolina Sanz
Curadora CCS Arte Actual
Fotografías: Fabian Solimar
